Solarlösungen

Einzige autonome, integrierte gezwungene Solarsystem

Nachrichten

Zurück

Estanqueidad: la clave invisible para las viviendas Passivhaus

En España, 8 de cada 10 viviendas suspenden en eficiencia energética por fugas de aire que podrían evitarse con una correcta estanqueidad. Descubre por qué este factor es esencial para el confort, el ahorro y la sostenibilidad.

23-06-2025


En un contexto de creciente preocupación por la eficiencia energética y el confort térmico en los hogares, la estanqueidad se ha convertido en un concepto clave, especialmente para quienes aspiran al estándar Passivhaus. Aunque muchas viviendas cuentan con un buen aislamiento, la entrada de aire por rendijas, huecos o juntas mal selladas puede arruinar su rendimiento energético. Y lo peor: muchas veces, esto pasa desapercibido.

¿Qué es la estanqueidad y por qué es tan importante?

La estanqueidad se refiere a la capacidad de un edificio para impedir la entrada de elementos no deseados del exterior como aire, agua o polvo. Su ausencia genera fugas térmicas que elevan el consumo energético y disminuyen el confort interior. Las principales causas suelen ser cajones de persianas mal sellados, chimeneas, tragaluces, juntas deterioradas o muros con huecos invisibles a simple vista.

Una herramienta clave para detectarlas es el test Blower Door, que mide la hermeticidad de una vivienda identificando los puntos por donde se escapa el aire. Según José Luis García, responsable de Clima y Energía de Greenpeace España, “el 80 % de las viviendas del país pierden calor por las ventanas o el forjado”, lo que refleja un problema generalizado de eficiencia.

El sello Passivhaus y la estanqueidad

Para que una vivienda obtenga el certificado Passivhaus, uno de los requisitos esenciales es el control de la hermeticidad. Este estándar impone un límite máximo de 0,6 renovaciones de aire por hora a una presión de 50 pascales. Si se superan estos valores, la eficiencia energética se ve comprometida.

La estanqueidad no solo evita pérdidas de calor, también protege contra el ruido exterior, previene la aparición de humedades y contribuye al bienestar térmico de quienes habitan la vivienda.

¿Cómo se puede mejorar la estanqueidad de una casa?

Tanto en obra nueva como en reformas energéticas o viviendas ya construidas, hay diversas medidas para mejorar la estanqueidad:

  • En el diseño: prever soluciones constructivas que garanticen uniones estancas entre materiales.
  • Durante la obra: verificar que elementos como puertas, ventanas o instalaciones pasen controles de sellado.
  • En viviendas ya construidas: realizar un test Blower Door para detectar fugas y actuar en consecuencia.

Algunas soluciones específicas incluyen cambiar ventanas por modelos con doble o triple acristalamiento, sellar huecos en persianas y uniones de puertas, revisar enchufes o conductos que conectan con el exterior, y mejorar el aislamiento térmico general de la vivienda.

Más allá del ahorro energético

La mejora de la estanqueidad no solo tiene un impacto directo en la factura energética, también proporciona un entorno interior más saludable y confortable. Reduce la entrada de polvo, protege frente a humedades causadas por condensación y estabiliza la temperatura en todas las estancias del hogar.

En definitiva, lograr una vivienda estanca es un paso fundamental no solo para quienes persiguen el certificado Passivhaus, sino para cualquier persona que quiera ahorrar, vivir mejor y contribuir a una construcción más sostenible.