Notícias
Lecciones del imperio romano para el diseño eficiente del hogar
2025-01-24
¿Sabías que el origen del suelo radiante actual se remonta al imperio romano?
Si pudiéramos viajar en el tiempo hasta la época del imperio romano y mostrarles nuestra tecnología de construcción moderna, seguramente se sorprenderían. Sin embargo, no debemos subestimarlos. Hoy en día, seguimos admirando edificios como el Coliseo de Roma o el Acueducto de Segovia, ejemplos de innovación y maestría arquitectónica. Este artículo analiza qué enseñanzas nos dejaron los romanos sobre el diseño eficiente del hogar.
Aprendizajes del imperio romano sobre la eficiencia en viviendas
Los romanos desarrollaron técnicas y soluciones ingeniosas que son la base de muchos sistemas modernos. Estas son algunas de ellas:
1. Uso inteligente de los materiales
En ciudades romanas donde el calor y la humedad eran un problema, se utilizaban materiales como el mármol blanco para mantener la temperatura interior y garantizar el confort térmico. Además, los romanos optaban por materiales locales, como el mármol de canteras cercanas que podía transportarse en balsas, fomentando la sostenibilidad y reduciendo el impacto ambiental. Este enfoque se considera precursor de la rehabilitación “km 0”.
2. Aislamiento térmico
Para mantener la temperatura interior, los romanos construían paredes dobles rellenas de grava, lo que actuaba como aislante tanto en verano como en invierno. Este sistema rudimentario de aislamiento es el antecedente directo de las técnicas modernas, que buscan garantizar el confort y reducir el consumo energético.
3. El atrio con un agujero en el techo
En las casas más prósperas, el atrio era un salón central con un agujero en el techo que permitía recoger el agua de lluvia en un canal con pendiente hasta un depósito. Este sistema rudimentario es el origen de los actuales mecanismos de recogida de agua de lluvia, utilizados para regar jardines y reducir el consumo hídrico.
4. El hipocausto romano: el origen del suelo radiante
En las viviendas de los romanos acaudalados, se instalaba el hipocausto, un sistema que calentaba el aire mediante un horno de leña en el exterior. El aire caliente circulaba por canalizaciones bajo el suelo, manteniendo las estancias cálidas. Este sistema es la base del suelo radiante actual, que ahora puede funcionar también como suelo refrescante, zonificando la temperatura según las necesidades de cada espacio.
5. Diseño para evitar el ruido exterior
Las casas romanas más grandes ocupaban manzanas completas y contaban con patios o jardines centrales. Las zonas externas, que daban a las calles, solían alquilarse a comerciantes, creando una barrera natural contra el ruido y manteniendo la tranquilidad en el interior. Este diseño también ayudaba a mantener una temperatura agradable en verano, una idea que se conserva en muchas viviendas tradicionales de Andalucía.
6. Uso de toldos y aberturas pequeñas
En las ciudades más calurosas, los romanos empleaban toldos para generar sombra y mejorar la ventilación. Las ventanas, pequeñas y orientadas hacia la calle, reducían la entrada de calor y mejoraban la seguridad. Hoy en día, sistemas avanzados como la ventilación de doble flujo con recuperación de calor continúan esta tradición de eficiencia energética.
Una herencia arquitectónica vigente
Los romanos fueron pioneros en el diseño eficiente de viviendas. Sus soluciones innovadoras para optimizar el confort, ahorrar recursos y aprovechar los materiales locales siguen siendo relevantes y están en la base de los principios de sostenibilidad que buscamos alcanzar hoy en día.